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Las comunidades de práctica (cdp) buscan orientar a las organizaciones de la sociedad civil en la implementación de sus proyectos y reflexionan en torno a la metodología de su ejecución. Analizan si los resultados obtenidos fueron concordantes con los planteados inicialmente o requirieron alguna modificación y por qué.
Según Wenger McDermott y Snyder (2002), las comunidades de práctica se definen como “grupos de personas que se reúnen con el fin de compartir ideas, encontrar soluciones e innovar, uniendo sus esfuerzos para el desarrollo continuo de un área de conocimiento especializado”. En estas “colaboran y aprenden unos de otros, cara a cara o de forma virtual, se mantienen unidos por un objetivo común y el deseo de compartir experiencias, conocimientos y mejores prácticas dentro de un tema o disciplina”.
Las cdp, que son promovidas por el PNUD (Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo), invitan a pensar sobre el impacto causado y su pertinencia con el objetivo del proyecto. Además, incentivan a identificar buenas prácticas desde los conocimientos adquiridos en terreno y el saber académico, para encontrar la manera más eficiente de llevar a cabo dichas iniciativas.
La clave está en la interacción de sus miembros (Garber, 2004), su confianza y reciprocidad. Estas interacciones, y siguiendo a Lev Vigostsky (1978), dan espacio al proceso social del aprendizaje, que se hace posible gracias a la interacción con otros miembros más experimentados de su comunidad, generando una negociación mutua de significados y una construcción conjunta de saberes.
Las cdp representan un espacio de aprendizaje colectivo y colaborativo que busca mejorar aquel quehacer puntual y cobran sentido en la medida en que permiten crear y multiplicar el conocimiento desde un proceso de participación y construcción social. Comparten intereses, experiencias, desafíos, problemas y se nutren de las interacciones sociales, del choque cultural y de la identidad propia.
Tienen tres principales objetivos:
Formación continua de los y las integrantes.
Establecimiento de alianzas.
Generación de nuevo conocimiento.
Se define el tema, el propósito y la estrategia. Se identifica e invita a los participantes. Se escogen los medios de comunicación pertinentes y se elabora el primer plan de acción.
Se intercambian conocimientos sobre el tema elegido y se hace uso de los medios de comunicación. Los miembros de la comunidad ejecutan las primeras actividades en conjunto y se identifican nuevos participantes.
Se implementa el plan de acción y algunos miembros asumen tareas de coordinación, dando inicio a un mayor nivel de participación y compromiso. Se pasa de intercambiar el conocimiento a generarlo como comunidad, para luego difundirlo hacia otras redes y personas que no forman parte de la cdp.
Se busca innovar en el conocimiento. La cdp ya es un referente para el público externo interesado en el tema elegido. Se revisa la estrategia y los propósitos y se elabora un nuevo plan de acción.
Acepto que la Comunidad de Práctica Telar me comparta información sobre la exclusión escolar y otros temas afines.
